Hay motivos más que suficientes para referirse a la región de Murcia como “La Huerta de Europa”. En principio, el simple volumen de su producción hortofrutícola justificaría la denominación. Pero hay mucho más: su clima y geografía que permiten una variadísima producción de frutas y hortalizas a lo largo de todo el año, constituyen el aporte de una naturaleza generosa. El esfuerzo de sus gentes —productores, comerciantes, técnicos, administradores— a fin de lograr no sólo una producción abundante sino también de primera calidad, son la otra mitad de la historia.